Mons. Mag. Dr. Ernst Pucher
Preboste y oficial de la catedral
Dr. Rudolf Prokschi, catedrático
Decano de la catedral
Mons. DDr. Michael Landau
Conservador / Presidente de Cáritas
Mons. canónigo Mag. Franz Schuster
Capítulo de la catedral
Canónigo Toni Faber
Párrocos de la catedral
Mag. Dr. Franz Scharl
Obispo auxiliar
Dipl. Ing. Mag. Stephan Turnovszky
Obispo auxiliar
Mag. Dr. Gerald Gruber
Canciller diocesano
Lic. Dr. Nikolaus Krasa
Vicario general
Dr. Richard Tatzreiter
Superior del seminario vienés
DDr. Peter Schipka
Secretario general de la Conferencia Episcopal de Austria
Dr. Markus Beranek
Cabeza pastoral
El Cabildo catedralicio es un colegio de clérigos de alto rango en una catedral, una comunidad de oración para honrar a Dios que celebra misas ceremoniales y asiste al obispo a modo de consejo y cámara. Esta antiquísima institución jurídica representa el cuidado de la Iglesia con respecto al culto, alivia la carga administrativa del obispo y actúa a modo de contrapeso de la autoridad episcopal.
Los cabildos catedralicios tienen su origen a principios del s. IX. Por lo general, no se sometían a los poderes terrenales del lugar en el que tuvieran su sede. Entre los cometidos del cabildo catedralicio se encontraban asesorar y asistir al obispo. Durante el s. XII, se convirtieron en colegios electorales del obispo diocesano; sin embargo, pronto perdieron este derecho en favor del derecho de sugerencia. Con el Concilio de Trento se decidió que al menos la mitad de los canónigos debían ser sacerdotes. A partir del s. XIX se restablecieron los derechos del cabildo catedralicio mediante concordatos, según los cuales todos los integrantes debían ser ahora miembros del clero. El nombre de «canónigo» procede de la lectura por capítulos del reglamento o canon.
Se distingue entre diversas dignidades: el preboste, como máximo dirigente del cabildo; el decano, responsable de la disciplina, de administrar los bienes y de las misas; el conservador, responsable de cuidar las misas, el tesoro de la catedral y las reliquias; el cantor, responsable de la liturgia y del coro, y el maestro, encargado de supervisar las escuelas de la catedral y de las fundaciones. En el caso del Cabildo de la catedral metropolitana de San Esteban, en la actualidad solo existen tres de los anteriores cargos; además, en Viena se ha establecido que el decano de la catedral ejerza también como director del Cabildo.
El duque Rodolfo IV se dirigió al papa tras el fallecimiento de su padre Alberto II en el año 1358 para rogarle que le permitiera establecer una iglesia colegial en la capilla que había fundado en el castillo. Inocencio VI accedió a ese proyecto. Posteriormente, el duque trató de transferir dicho cabildo colegial a la Iglesia de San Esteban con el fin de escapar de la influencia de Passau en su futura iglesia. Con el establecimiento el 16 de marzo de 1365 de un cabildo colegial independiente del obispo en la Iglesia de San Esteban, el duque Rodolfo IV cumplió un importante requisito para convertir la Iglesia de San Esteban en una catedral. Así, tres comisarios papales documentaron la conversión de San Esteban en iglesia colegiada, además del establecimiento del cabildo colegial, que sigue existiendo a día de hoy como cabildo catedralicio y, desde 1722, como cabildo metropolitano sin interrupciones.
Con su primera carta capitular, el duque cedió la dotación, mientras que, con la segunda, regló hasta en el más ínfimo detalle la vida, los derechos y los deberes de los canónigos. La sede del Cabildo era la Iglesia de San Esteban en su totalidad, mientras que el duque determinó que la galería oeste sería la sala capitular. El coro central se convirtió en el lugar para la oración común, y en él se situaba la silla del preboste. Un distintivo especial era el privilegio de las plenas insignias pontificales para el preboste. Esta concesión del rango de príncipe al preboste debía demostrar tanto las potestades del duque como el alto rango de este. Así, aunque el duque Rodolfo IV no hubiera atraído a ningún obispo a Viena, contaba igualmente con un considerable número de altos cargos, con el preboste a la cabeza.
Sin embargo, apenas unos cien años después, en 1469, el emperador Federico III obtuvo durante una peregrinación para visitar al papa Pablo II en Roma la autorización para fundar dos sedes episcopales pequeñas en Viena y en Wiener Neustadt. En virtud de la bula In supremae dignitatis specula del 18 de enero de 1469, se creó el obispado canónico de Viena. Sin embargo, la solemne proclama no tuvo lugar hasta el 17 de septiembre de 1480. De ese modo, la Iglesia de San Esteban se convirtió en una catedral y el cabildo, en un cabildo catedralicio.
Viena se convirtió en una archidiócesis en 1722 y el arzobispo vienés, en representante de la provincia eclesiástica de Viena, la cual abarcaba, además de la de Viena, las diócesis de St. Pölten, Linz (la antigua Wiener Neustadt) y, por último, la de Eisenstadt. Así, el cabildo catedralicio pasó a ser un cabildo metropolitano. Este se sometió formalmente en el año 1729 al arzobispo de Viena, pero ha mantenido hasta la actualidad la máxima potestad de decisión con respecto a la Catedral de San Esteban. Antes de tomar decisiones importantes sobre la archidiócesis de Viena, el arzobispo debe consultar, como es tradición, al Cabildo catedralicio.
En la actualidad, el Cabildo catedralicio de San Esteban incluye a doce integrantes (canónigos) nombrados por el arzobispo. El Cabildo selecciona de entre sus miembros cada cinco años al decano de la catedral, quien dirige el Cabildo y lo representa ante el exterior, además de al conservador de la catedral, quien ejerce como principal administrador de la iglesia. En las misas y otras celebraciones litúrgicas, es el preboste quien ocupa la posición de honor, en tanto máximo dignatario.
El preboste y conservador actual de la catedral es el pronotario apostólico mons. Mag. Dr. Ernst Pucher, director del tribunal diocesano, mientras que el decano de la catedral es el Dr. Rudolf Prokschi, catedrático.
También pertenecen al Cabildo catedralicio los obispos auxiliares, sus excelencias Dr. Franz Scharl y DI Mag. Stephan Turnovsky, así como el vicario general Dr. Nikolaus Krasa, el presidente de Cáritas, mons. Prof. DDr. Michael Landau, el párroco Toni Faber, mons. Mag. Franz Schuster, el canciller diocesano mons. Dr. Walter Mick, el superior Dr. Richard Tatzreiter y el DDr. Peter Schipka, Secretario general de la Conferencia Episcopal de Austria.